Hay otros ejemplos de otras mujeres que fueron de mucha importancia en el Antiguo Testamento, entre ellas Jael (Jueces 4:17-22), Abigail (I Samuel 25) ejemplo de sabiduría y prudencia, Juana (Lucas 8:3) quien aportaba a Jesús mientras cumplía su ministerio, no solo con su presencia sino también con sus bienes y recursos. (Lucas 24:1-10) Juana también estuvo en el sepulcro en la resurrección del Señor Jesús y luego dio la buena noticia a los discípulos.
Todas ellas fueron mujeres comprometidas con sus maridos y también la causa de Dios.
Priscila, conocida como Prisca en el libro de Timoteo. Hechos 18:24-28. Al darse cuenta que algo le faltaba a Apolos le tomaron aparte, muy prudentemente, y le expusieron más exactamente el camino de Dios. Se cree que esta misma pareja bautizó a Apolos y fueron sus consejeros. El resultado de ello fue que Apolos predicara con vehemencia acerca de Cristo: "porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo. (Hch 18:28).
Las mujeres creyentes son importantes en las manos y en el conocimiento de Dios y les animamos a seguir creciendo en ello. Hay mucho que aprender todavía.