Lucas 2:1-9. Pongámonos en su lugar. ¿Qué hubiésemos sentido? Obviamente tendríamos que habernos sentido con temor, al igual que ellos. Estas personas eran pastores, lo más bajo de la sociedad, los que ni siquiera podían entrar a adorar en el templo porque eran religiosamente impuros por su trabajo. A ellos se les apareció un ángel, no sabemos su estatura, si era de 2 metros o 20 metros, pero la gloria de Dios les alumbra y ellos están temblando en sus ropas.
La expresión típica de los ángeles cuando se les aparecen a las personas: No temáis. A lo cual yo hubiese respondido si hubiese sido uno de los pastores en esa noche: ¿Y por qué no?
“porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:” ¡Qué gran expresión de introducción! Y eso es exactamente lo que queremos compartir a todos en este día tan especial. Es algo tan espectacular y sobrenatural, que trae tanto gozo a cada persona en particular.
Y este era el mensaje: “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.”
“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.” ¡Qué buena reacción la que tuvieron al anuncio! Obviamente fueron a ver lo que el ángel les había comunicado.
“Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.” (Luc 2:17-20)
¡Qué lindo! Quiero decirles que me encanta la época de Navidad, el hecho de dar y recibir regalos, pero quiero decirles que este es el corazón de la Navidad, acá en este pasaje, y este día es todo lo que necesitamos. Es todo lo que se necesito escuchar hace alrededor de 100 años a través de la radio, justamente las palabras que acabamos de leer. Un hombre llamado Reginald Fessenden inventó la radio en AM. Al principio solamente se podía compartir código Morse a través de la radio, y eso era algo muy importante en ese tiempo. Él era uno de los inventores más sobresalientes que trabajó con Thomas Alba Edison. Y a través del Océano Atlántico todos los barcos podían escuchar el tap tap del Código Morse. Luego este mismo transmitió un mensaje transatlántico, pero en las vísperas de Navidad del año 1906, a través de experimentos se dio cuenta que podía transmitir voz humana. Así que sin nada de promoción en las vísperas de Navidad de 1906 Reginald Fessenden abrió su Biblia en las mismas páginas que en este día estamos leyendo, y leyendo en Lucas 2, estas fueron las primeras palabras dichas a través de la radio. Imagínense estar en algún lugar del Océano Atlántico escuchando el tap tap del Código Morse y de repente escuchar una voz. Tal vez miraríamos a la caja de la radio asombrados transmitiéndonos noticias de gran gozo para todas las personas y fue así en en esa noche en Belén, pero también en el día de hoy.
No sé si usted sabe, pero al finalizar el Antiguo Testamento encontramos una página que separa el Antiguo Testamento del Nuevo, comenzando con la historia de Navidad y pasa todo tan rápido, pero en la historia no ocurrió así. Por la historia sabemos que hubo 400 años de silencio entre el Antiguo Testamento y el Nuevo. 400 años en los cuales no hubo profetas, no hubo voz de Dios, no hubo “Así ha dicho el Señor”, no hubo absolutamente nada, completo silencio de parte de Dios a su gente. Este era el pueblo del cual Dios dijo: Ustedes son mis escogidos, y yo soy su Dios. Y ahora por 400 años Dios ha permanecido en silencio. Yo no sé ustedes, pero cuando una persona a la cual amo no me habla por 4 días, yo me comienzo a preguntar que está pensando. Imagínense a un niño preguntándole al papá: ¿Has escuchado algo de Dios? No, hijo. No he escuchado nada de Dios. ¿Y tu papá? No hijo, nada. ¿Y tu abuelo? No, hijo. No lo hizo. ¿Y tu bisabuelo? No hijo, nada. Podríamos comenzar a preguntarnos qué pasó con Dios. Los esposos saben que sucede cuando la esposa se enoja, ¿verdad? La ley del silencio. J
Pero en medio del silencio escuchamos el sonido más hermoso de todos. Era un bebé llorando que rompió el silencio de 400 años. No se ustedes, pero yo hubiese pensado que si Dios habría de romper el silencio lo haría con una charla majestuosa, que dejaría de lado toda las demás oratorias que pudiésemos pensar, pero Dios prefirió romper el silencio con un pequeño niño llorando. Era Dios mismo viniendo como hombre, como un bebé llorando. Tal vez representando a la humanidad en ese tiempo, llorando, desconsolados, en dolor, y quiero que sepan que me identifico con su sufrimiento, con su dolor, con tu preocupación. El primer sonido de parte de Dios en 400 años fue un llanto. Emanuel, Dios con nosotros.
Así que están en Belén, llegaron tarde, no había lugar que se quedasen y se encontraban en una nube de escándalo. ¿Entienden que estaban en una nube de escándalo? Ellos estaban desposados, ella está embarazada, y su historia era algo increíble. Su historia es: “Si, es cierto, María está embarazada, y así sucedieron las cosas: El Espíritu Santo vino sobre María en la noche y ella concibió de él, y nuestra relación es pura.” Para nosotros que conocemos la historia no tenemos problema, pero póngase a pensar en lo que pensarían las personas que escuchaban esto en ese tiempo. Tal vez la gente diría: “Ah sí. Qué bueno.” Pero en cuanto caminaran tal vez pensarían otra cosa.
Así que están bajo la mirada de todos. El deseo de ellos era formar una nueva familia y seguir sus aspiraciones, pero ya todo había cambiado. No tenían lugar para ellos. Y por cierto, lo más probable es que el lugar donde se quedaron no era como los que nosotros vemos en el mall o en las casas. Probablemente era una cueva, en algún lugar en las afueras de Belén, donde los animales buscaban refugio en medio de la tormenta. Y tal vez alguien les dijo: “Lo siento por tu esposa y su embarazo, pero hay un lugar donde los animales buscan refugio, si quieren pueden quedarse allí.”
Así que es en la noche, están fuera de su ciudad y su casa, bajo una nube de escándalo, y ahora están en medio de la noche, solos. Y no lo sé, pero me imagino que había una oración en la mente de María en esa noche. ¿Qué piensan que ella estaba orando en esa noche? Una sola cosa: Dios eterno que estás en los cielos, por favor, no dejes que este bebé nazca acá. Ahora yo entendería porque el bebé debía nacer en ese momento. Acababa de venir sobre un burro desde Nazaret a Belén. Si usted está embarazada y su hijo no quiere nacer en la fecha que le toca, pruebe esto: móntese en un burro y vaya desde acá hasta Siguatepeque, a ver si eso no acelera las cosas. Ella tal vez oraba: Querido Dios, por favor, déjame regresar a mi casa, con mi mamá, solo que aquí no. Y en esa noche ella rompió fuente, y su bebé nació, en la que podríamos considerar fue la peor noche de sus vidas. Jesús vino. No había nada perfecto en esa noche, excepto el bebé y el mensaje que de los ángeles a los pastores. Las 17 palabras de la Navidad: “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” Las 17 palabras de Navidad pueden cambiar cualquier cosa. Un Salvador ha nacido hoy para ti, y él es Cristo el Señor.
Gracias a Dios que el mensaje de Navidad no son: Hay un gran Dios, un gran anuncio, es para todos, y si realmente tratas puedes alcanzarlo. No, no los ángeles dijeron: él ha venido a ustedes, el Salvador os ha nacido. Él es Cristo el Señor. Emanuel, Dios con nosotros ahora. Me encanta como lo dice Juan 1:1-4 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” Jesús es la expresión máxima de Dios, así que todo lo que Dios tenía que decir, después de 400 años de silencio, se podría resumir en la persona de Cristo.
V.14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Las circunstancias e nuestras vidas en esta Navidad, tal vez la primera Navidad con cáncer, u otra dificultad física que está viviendo, tal vez este año perdió a alguien que amaba mucho. Algunos será la primera Navidad como recién casados, y no hay nada como eso, o tal vez esta sea la primera Navidad que alguien a quien amaba le dijo que ya no quería estar más como usted, y se fue. Otras personas pasaran su Navidad con un padre y el Año Nuevo con la madre o viceversa. Tal vez Dios no está contestando sus oraciones como usted quiere, así como la oración de María no fue contestada como ella quería en esa noche, pero quiero que sepa que Dios está obrando de una manera maravillosa, así como lo hizo aquella noche allá en Belén.
Juan dijo que Jesús había venido lleno de gracia y de verdad. Debía de hacerlo, para poder venir a un mundo vacío. Reginald Fessenden tocó Santa la Noche después de haber leído Lucas 2.