Es casi imposible contactar al Presidente de la República para una persona común y corriente, pero nosotros, los Hijos de Dios, tenemos acceso directo al Dios Todopoderoso. Salmo 1:1-3; Existe una condición para la promesa en ese pasaje. Después de cumplir esa condición se puede gozar la promesa: "Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará."
"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien." (Jos 1:8).
Salmo 122:6; 2 Crónicas 20:20. Dios está interesado en nuestra prósperidad. Prosperidad no es sólo en el área económica, sino también es tener salud, comida, techo, educación, etc.
"Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan." (Isa 58:11).
"Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos." (Sal 32:8)
Vivimos en un mundo tan individualizado y tan cerrado que es fácil sentirse sólo. Cuando usted piense que las personas lo ignoran, piense en Salmo 32:8. Por eso el apóstol Pablo decía que podemos estar solos, pero no derrotados.
"Dios es nuestro amparo y fortaleza Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah" (Sal 46:1-3)
Vivimos en un mundo que se está derrumbando, en una sociedad injusta y corrupta, pero Dios nos dice que él es nuestro amparo y fortaleza… y no debemos temer.
"Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos." (Sof 3:17)
Callar por amor, por su sóla presencia no necesitamos decir nada.
"Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré." (Jua 14:13-14)
Esa es una de las razones por las cuales oramos en el Nombre del Señor Jesucristo.
II Tim. 2:13 "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo."
Santiago 1:17 "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación."
Dios es el mismo Dios ayer, hoy y siempre, quien cumple sus promesas. No debemos olvidarnos que existen condiciones para que se cumplan las promesas y bendiciones del Cielo,
1. Según Prov. 3:5,6.
a. Total dependencia y confianza en Dios.
b. Entrega completa de nuestra vida. "Reconócelo en todos tus caminos".
A veces no tenemos plena confianza en Dios porque no le conocemos bien. Reconocerle en todos nuestros caminos implica conocerle bien.
2. Las bendiciones de Dios también están condicionadas por la calidad de vida espiritual que tenemos. Mateo 6:33. La condición acá es buscar el reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura.
3. I Juan 3:22. Aquí se habla de obediencia. La obediencia es una expresión de fe. Obedecemos porque le creemos a Dios. La obediencia hace caminar y que se manifieste nuestra fe.
4. Juan 15:7. La comunión permanente en Dios es otra condición, con Dios y con los hermanos.
5. Hebreos 11:1,6. Cuando planteamos nuestras necesidades delante de Dios debemos hacerlo con fe.
6. I Juan 5:14,15. Buscar la voluntad de Dios. Dios sabe si nos conviene o no.
7. I Pedro 3:7. "para que vuestras oraciones no tengan estorbo." La bendición de Dios está condicionado a nuestra buena relación con nuestras esposas.
8. Lucas 17:11-19. Los 10 leprosos fueron sanados porque tuvieron fe, pero sólo uno regreso.
Cuando reciba una bendición de Dios no se quede con la bendición. Hay personas que después de recibir la bendición no le dan nada al Señor, o no se aparecen más en la Iglesia por disfrutar de esa bendición. Dios no merece eso, un pueblo apático.
No olvidemos que tenemos un Dios que está solícito para con sus hijos, que está disponible para con sus hijos las 24 horas, los 365 días del año.