Introducción Cuando nos ponemos a pensar en las razones por las cuales debemos de orar, a veces nos preguntamos por qué debo hacerlo si Dios ya conoce mis necesidades, ¿Por qué orar? ¿Para qué orar, si Dios ya tiene el perfecto control sobre todas las cosas? ¿Por qué orar, cuando Dios ya sabe lo que le pediremos antes de hacerlo? Si oro, ¿cambiará el resultado de las cosas?
Este tipo de preguntas pueden hacer que una persona pierda su fe o por lo menos que salga confundida. Pero más allá de esto podemos ver que nuestro ejemplo máximo de una vida de oración fue la misma persona del Señor Jesucristo.
También hay que mencionar que la oración puede enfocarse en 4 áreas en específico que veremos el día de hoy.
Proposición A través de 4 episodios de la vida y ministerio del Señor Jesucristo me gustaría estudiar con ustedes las 4 partes que nuestras oraciones deberían tener.
Puntos Principales 1. Adoración
Mateo 16:13-20. Al verse confrontado con la pregunta acerca de quien creían que era el Señor Jesucristo, Pedro expreso adoración al reconocer quien era el Señor Jesús y de dónde provenía.
Diferencias entre la alabanza y la adoración.
En Juan 18:5-6 encontramos que cuando la comitiva que fue a arrestar a Jesús se dieron cuenta de quién Jesús era, la Biblia nos dice que cayeron a tierra. Es por ello que una de las formas de orar es postrados, reconociendo quien Dios es y que lugar ocupa en nuestras vidas; al ver nuestra condición en comparación con un Dios Todopoderoso.
Ilustración: En el Antiguo Testamento podemos ver a las personas cuando tenían un encuentro personal con Dios, al ver su magnificencia, no les quedaba otra que postrarse a sus pies. Ejemplo de ello es Ezequiel 1:28-2:2.
Aplicación: ¿Nos damos cuenta quién es nuestro Dios, quien no es un Dios a quien podemos controlar o que tiene que cumplir nuestros deseos, sino un Dios Todopoderoso, quien no tiene igual?
2. Confesión
Lucas 19:1-10. Zaqueo vio la santidad del que estaba en su casa y al ver su vida supo que debía ponerse a cuenta ante Dios. El v. 8 nos dice lo que Zaqueo estuvo de acuerdo en cambiar.
En Mateo 5:4 nos dice: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” Esa debe de ser nuestra actitud correcta ante el pecado. Un arrepentimiento que nos conduce a un cambio.
Ilustración: Una persona que ha tenido un encuentro personal con Cristo no puede darse vuelta e ir a pecar. Esa persona estará dispuesta a hacer lo necesario para agradar a su Señor.
Aplicación: ¿Cuándo fue la última vez Dios le confrontó con su pecado? ¿No sería bueno ponerse a cuentas con Dios el día de hoy?
3. Acción de Gracias
Lucas 17:11-19. El único que volvió a agradecer fue un samaritano. Los demás fallaron en ser agradecidos.
Nuestra concepción de Dios nos lleva a ser personas agradecidas o no. Si pensamos en Dios como nuestro siervo, y que tiene que concedernos todo lo que le pidamos, entonces no vamos a ser agradecidos. Si pienso que me merezco las bendiciones que vienen de parte del Señor, tampoco seré agradecido.
Ilustración: Daniel Romano hablando de la pasta de dientes y del jabón.
Aplicación: ¿Qué tan agradecidos somos después que el Señor ha contestado nuestra oraciones? ¿Qué tanto estamos dependiendo del Señor en nuestras necesidades diarias?
4. Petición
Mateo 8:1-4. Acá encontramos a una persona en necesidad, que supo pedir correctamente a nuestro Señor lo que quería.
Las formas en que Dios contesta nuestras peticiones son: Si, No o Espera. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Rom 8:28). Todo resulta para nuestro bienestar.
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Rom 8:26).
Ilustración: Anita pidiendo al papá un juguete.
Aplicación: ¿Cómo pedimos? ¿Sometemos todas las cosas a la voluntad de Dios?
Conclusión El Señor Jesucristo nos muestra en su vida las diferentes formas que tenemos para poder orar y los elementos que debemos de incluir en nuestras oraciones diarias, como lo es la Adoración, la Confesión, el Agradecimiento y la Petición. Aun más allá de ello nos mostró un ejemplo de una vida de Oración. ¡Cuánto más nosotros debemos depender de la oración!
Rodillas de Camello.